Hoy hemos tenido un desayuno que me gustaría compartir con todas vosotras (hablo en femenino porque me apuesto X a que la mayoría de las que me leeis, sois mujeres).
Cuando hablamos en los talleres de tener una “Mirada Matemática” en el día a día con los peques, me refiero a esto que os voy a contar. Estos días de confinamiento están dando para momentos buenos, momentos duros, felices, irrepetibles… Pues bien, vamos a ello.
El caso es que todo ha empezado cuando mi hija Mara (5 años y 4 meses), mientras comía trocitos de galleta, nos dice: “Mira, mamá…tenía 8 trocitos, porque en la mesa hay 6 y me he comido dos…” Oleeee…RESOLUCION DE PROBLEMAS MATEMÁTICOS!!!! No tenemos que esperar hasta 2º de PRIMARIA para trabajar los PROBLEMAS ORALES COTIDIANOS!
Y luego ha seguido comiendo otro trozo diciendo en voz alta ”ocho más uno…nueve”. Otro trocito “nueve más uno…diez” y otro trocito….”diez más uno….veinte!” Vale, pues ahí nos queda claro que aunque sea capaz de contar hasta 50 o más de forma automática (como muchos padres y madres decimos orgullosos) está claro que no tiene superada la cadena numérica en ese gran paso que supone del diez al: once, doce, trece…(los chulitos, como dice Concepción Bonillas, de ABN). Seguiremos jugando…
Y tenía en la mesa del desayuno el juego de “Cierra la caja” (siempre tiene que traer algún juguete a la mesa de la cocina…) y hemos aprovechado el momento. Le he bajado todos los números y le he lanzado una adivinanza: “A que no sabes dónde está el número 7!” y ella sin dudarlo, lo ha subido. Así hemos repetido varios números y los ha subido sin dudarlo. También he probado a que me diga los vecinos que tiene x número sin levantarlos. Y también bien.
Y hemos seguido (poco tiempo porque ha habido interrupción del entorno) preguntando a qué número llegaríamos si desde el 5 damos dos pasitos. Yo sólo le he dicho eso. ¿Y sabéis lo que me ha dicho? Para delante o para atrásss….toma zasca, Elena!!! Muy buena pregunta, Mara!
Y finalmente, con la colaboración de su hermana de 7 años, hemos terminado echando unas partidas al juego real, donde trabajamos el cálculo mental fácil. La peque solo haciendo sumas apoyándose de los dedos (perfecto!) y nosotros haciendo descomposiciones de sumas y restas, para tener más combinaciones… Un juego sencillo y muy útil.
Y hasta aquí nuestro desayuno matemático. Seguiremos jugando y desayunando más días…
Os dejo otro ejemplo de la mirada matemática de mi peque…clasificando perchas. Le gusta verlas bien puestitas, como ella dice…

Óptico-Optometrista de profesión, tras varios años realizando terapia visual con peques fui observando la enorme relación que existe entre el desarrollo motor, su lateralidad diestra o zurda y las dificultades en el aprendizaje.
Mi espíritu inquieto y mi compromiso con la palabra PREVENCIÓN me han llevado y me llevan a seguir formándome día a día en todo lo relacionado al mundo de la educación infantil, desde el respeto y los buenos cimientos.